Trabajo con fotografía analógica. Me interesan los procesos lentos, los errores, la textura de lo que se hace a mano. Revelo mis rollos, escaneo y copio manualmente. A veces también hago retratos, otras veces imágenes que nacen de sueños.
Me obsesiona lo que no se ve a simple vista. Llevo diarios de sueños desde hace años, y últimamente he empezado preguntarme como traducir la lógica onírica en imágenes. Me gusta explorar la relación entre la imagen y la conciencia, entre el cuerpo y la percepción.
Me interesa pensar la fotografía no solo como documento, sino como testigo, como traducción de lo sensible y sobre todo como ayuda para nombrar eso que a veces es imposible. Trabajo guiada por la intuición: esa forma de saber que no siempre se puede explicar, pero que marca el ritmo y el rumbo.
Aquí conviven imágenes, procesos, pruebas, ideas sueltas y preguntas que todavía no tienen respuesta. Es un archivo en movimiento, aquí lo técnico, lo simbólico y lo personal se cruzan todo el tiempo.